miércoles, 23 de septiembre de 2009

Se va poniendo fulero


POR MINGO.

La crónica empieza a escasas semanas del envío a la cámara baja de un proyecto de ley, que necesitó más de dos años de desarrollo con la participación de muchos profesionales en la materia. Varios proyectos de similar lineamiento se han compuesto en los últimos años, sin dejar de mencionar la constante puja de sectores segregados por el decreto de la dictadura para la derogación del mismo y la conformación de un marco regulatorio democrático y popular, desde los comienzos del gobierno de Alfonsín. Cabe preguntarse por qué durante dos décadas se silenció este frente, que nunca tuvo una bandera en particular ni la homogeneidad necesaria para ofrecerse al juicio del consejo sagrado de los diarios argentinos.
Antes del ingreso del proyecto hubo foros populares de discusión y más de ciento sesenta personas disertaron voluntariamente en la misma cámara legislativa donde la “oposición” se negó a cumplir con su obligación y se retiró del precinto.. El poder económico, por supuesto. La década menemista, por supuesto. Los diarios se transformaron en radios y tevé. Los dueños y dueñas empezaron a ser cada vez más pocos, y hoy el 85% de la capacidad de instalación de idea está en manos de dos o tres corporaciones.
Un periodista vaticinó claramente que las vitrinas de esta congregación mediática de ultraderecha se pondrían -paradójicamente- al rojo vivo. A medida que el proyecto avanza hacia su inevitable promulgación la desesperada reacción de la diestra bestia se exacerba cada instante.
Esta (mal dada en llamar) crónica es un ingenuo apunte de una serie de “mensajes” que la asociación de radiodifusoras privadas ha comenzado a lanzar, en un intento de vil montaje de opinión en las cándidas mentecillas profacistas y no tanto.
Es sorprendente la ausencia total de argumentación o razonamiento serio por parte de estos íncubos de la comunicación.
El primer spot (cual compacto bolo que percute en el fondo de una letrina) fue publicado a mediados de agosto, cuando los proliferaban los foros de toda índole como espacio de discusión pública acerca de la ley. Este rezaba: “somos las radios. Queremos ser parte del debate, queremos ser escuchados, es nuestro derecho. A favor de un debate ampliio y federal de la ley de medios”
La amplitud y el federalismo se le fueron agotando a arpa y sus suaves arpegios se fueron deformando en disonantes desgarros de charango desafinado.
El proyecto se debatió en cámara de Diputados, y para ese momento, la radio privada amplió su escueta deposición y agregó a la execrable versión un epígrafe que invitaba a una tendenciosa reflexión: “¿por qué el gobierno tiene tanto apuro en sacar una ley de medios?”
El proyecto con media sanción y arpa escupiendo: "Hoy el gobierno quiere imponer una ley de control de medios: en lugar de pasar la música que vos eligas vamos a tener que poner lo que nos digan” “la musica que querés no la vamos a poder pasar”
“Cuenta regresiva para el CEPO K” “LA LEY MORDAZA”
y cosas por el estilo. Por dios! Leamos el proyecto primero, doña rosa!


Esto se va a poner cada vez más áspero, y habrá que prepararse. ESTAMOS ANTE UN MOMENTO HISTORICO, POR ENCIMA Y MAS ALLA DE ESTA Y OTRAS LEYES, QUE DEBEREMOS IMPULSAR. TORZAMOS LA HISTORIA!
CON FERNADEZ O SIN ELLA: ¡CONTRA LOS MONOPOLIOS!.

Mentiras!
Reclaman su derecho a participar del debate. ARPA misma publicó:http://www.arpa.org.ar/varios/2009/noti_090417_1.htm

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